
A mis 20 años me doy cuenta que…
-Las personas que mienten son esclavos de lo fácil, son cobardes. Decir la verdad puede destruir, pero siempre libera. Principalmente a ti.
-No importa cuanto me esfuerce en reprimirlo; mi verdadero yo siempre sale a relucir.
- Lo que piensen los demás acerca de eso me importa una zona venérea con gonorrea, sífilis y sida.
-A veces envidio a las personas que pueden vivir engañadas entre apariencias y marcas registradas; cuando se den cuenta (o lo acepten) de que su vida fue un desperdicio sólo sufren un momento, generalmente antes de morir, unos ni eso. Sin embrago la mayoría de las veces sólo me provocan risa, y muy pocas lástima.
-Las personas que son “felices” es que jamás han tenido una ruptura en su vida, nunca han tenido un cambio y jamás han crecido.
-Aunque perdamos, nunca hay que perder la lección.
-A pesar de todo, todo continúa.
-Hay cosas que no pueden vivirse, sólo pueden recordarse.
-El demonio de la culpa es muy difícil de callar.
-Cuando uno está muy seguro, es posible que esté muy equivocado.
-Las respuestas viajan despacio, aunque las preguntas sean muchas.
-La sabiduría es proporcional a sinceridad con la que se busca.
-Todo traidor, se traiciona a si mismo.
-Es verdad que los corazones humanos están hechos para ser rotos, pero se pueden reparar las veces que sean necesarias.
-Es muy fácil engañar, exageradamente fácil. Pero si te mientes a ti mismo, eres el ser más digno de lástima.
-No puedes pelar con la realidad, y si la evitas te irá peor. (Saso says: You poor sucker! :D)
-Suelo confundir ego con orgullo con singular estupidez.
-A veces me importa todo
-Uno puede perdonar siempre pero el tiempo no perdona nunca.
-El verdadero peso de tus actos y el culpable de lo que te pasa: eres tú y tus intenciones.
-La mejor respuesta para todo es un: no lo sé.
-No puedes escapar a la tercera ley de Newton.
-A veces no me importa nada
-Es muy fácil caer en lo que criticas.
-Tiene más valor el cinismo que la cobardía.
-Al final hago lo que quiero sin rendirle cuentas a nadie.
-Simplemente soy Gabriela.
Entre otras cosas...
Pero como canta ese viejo tango: “Que veinte años no es nada”, supongo que no he aprendido varias cosas, según quien lo vea, pero ¿Qué chiste tendría la vida si entendiera todo de una vez?
Aún no comprendo muchas cosas, pero espero entenderlas algún día.
Me pregunto que aprenderé a los treinta.
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