De la Skull y ley de Murphy

Ayer tuve examen con mi opresión de inicio de carrera que cada vez estoy segura que me detesta o al menos lo disimula muy bien. Ese sentimiento empezó por que en 1er semestre yo no sabía nada de nada de la vida, y menos de filosofía. Pues nos dejó un trabajo de no se que diantre, y pues yo haciendo honor a mi huevez y apelando mi ignorancia de que no saber de que demonios trataba se me hizo fácil bajarlo de Internet. Quién no haya hecho esto nunca en su vida, ya sea en la escuela o en licenciatura, me rió en su estúpida cara por mentiroso. Lo malo no es hacerlo, si no que te descubran que lo hiciste. En mi caso, me cacharon y no…no, no. Me puso una arrastrada moral públicamente que ya me marcó forever and ever en su visión y entre mis compañeros. Pues desde ese día me etiqueto y no la culpo. Yo hubiese hecho lo mismo, pero caray…no es para tanto.
Pero nel, como todo. Eso se supera y pasa a la categoría: A mi me cacharon, pero lo reconozco y me vale una archirecontradedesdeenentrehaciahastaparaporsinsosobretrasputa madre lo que la gente piense =)
Anyway. Pues tuve examen con ella, aparte creo que también penso que era clarividente, pues un segundo antes salí al baño y pues cando regresé ya estaban en el examen que ni me dió chance de entender en que se dividía, si eran preguntas o anotaba la respuesta nada mas, o Falso o Verdadero…Nel, pues siguió con lo suyo, yo lo hice como Alláh clemente y misericordioso me dió a entender. Resultado: Dios se rió de mí por obtener un tres. FUCK!, ‘ora si, me aplico para el de mañana...
Hoy no hubo examen. Eso amigos míos, se llama Ley de Murphy. Y de paso, la Doña (no sé si conserva el título de señorita o ya lo dejó de ser, pero le pongo así para no entrar en detalles que me den escalofrios) recalcó nada disimualdamente mi desinterés hacia su persona en general. En fin, ya vienen vacaciones, de una semana, con muchas cosas que hacer menos descansar.