Ayer fue un día pesadísimo, todos los miércoles se debe ir muy formal y además ayer empezó el papeleo pues este rollo está poniéndose denso. Además de que fue una reunión muy pomposa y seria y cuando llegué lo primero que me dijeron, no fue ni los buenos días fue: Tienes 15 minutos para aprenderte los nombres y títulos de estos señores, es que no les gustan que los presenten a cada rato y odian que no se les llame correctamente.
Ah va…espero que mínimo lleven gafete, si no es mucho pedir.
Pues esos señores (no me acuerdo de todos, y mejor para mi la verdad, pero su gran mayoría eran licenciados) la GRAN mayoría son de lo más prepotentes. No me faltaron al respeto ni nada de eso, pero digo un gracias no hace daño a nadie y no estoy letrada en apellidos extranjeros así que disculpe si no sé como demonios se pronuncia su apellido, sobre todo cuando sólo me dan 15 minutos.
Y tuve que usar TODA mi diplomacia inexistentey valemadrismo universal para soportar a estos señores sin explotar.
*inserte sonrisa de soy una idiota que finge que le agrada su estúpida persona*
-¿gusta un café, Lic. F?
-Lo quiero sólo y se pronuncia blabla ok?.
*pensando* agradezca que tengo azúcar y no cianuro, pedazo de…!
Todo esto terminó a las 9:00 pm, yo estaba muy cansada, dolida de los piesitos metidos en zapatos de tacón, harta de usar vestido ya demás de que me desperté a las 5 para estar ahí desde las 7, y no había comido nada decente. Pues los señores se zamparon también las galletitas :’(
El sr. X fue magnánimo y creo que notó como soporté con estoicidad todo eso y muy amablemente contrató un taxi para que no me aventurara en el metro a esas horas, sólo me subí al taxi le di la dirección al chofer y no desperté hasta que llegué a casa, eso fue impudente, pero que puedo decir? espero que no sucedan estas cosas muy seguido.
Bueno hoy fue más relajado, de hecho pedí permiso para llegar un poco tarde para pasar por mi estúpida carta. Cosa que no estaba cuando la pedí para AYER, evidentemente me puse de exigente y de prepotente con la encargada mera mera (se me contagió la prepotencia política, chale), ella se indignó dijo que no estaba platicando si no trabajando (ajá, cuando llegué estaba en otra oficina y su plática parecía de todo menos de trabajo) y que si platicaban era a la hora de la comida y si la había (si y yo soy pendeja, esa panza que tiene no creo que sea por trabajar tanto, además todo mundo sabe que ustedes malditos burócratas que de 2-4 religiosamente y sin falta se van a tragar, si comen en su oficina y uno llega, no atienden bajo el estúpido argumento de: hasta las 4.) además de que yo no soy la única alumna y que para evitar estas cosas ya van a exigir que las cartas se las pidan tres días antes.
Así que si hacen eso ya saben que fue por mi culpa, chale.
En si mi trabajo es estar en la oficina y si es necesario salir a tal lado a hacer tal cosa la tengo que hacer y poner mi cara de idiota para caer bien como ayer es necesario, odiosamente necesario (¿Pero quería aprender del mundo político no? chale). Lo que me gusta la mera verdá es quedarme en la oficina yo solita, nadie me hace ni me dice nada y puedo leer a gusto, sólo contesto el teléfono y recibo correspondencia y si es necesario me ponen a hacer resúmenes de las gacetas y lo que odio es hacer lo odiosamente necesario, aprenderme nombres para evitar la molestia de los señores al decírmelo, por ejemplo a un señor que tuve que atender se puso pero bien enojado conmigo, por que pronuncié mal su nombre y sin querer le cambié el nombre por otro señor, y cuando lo repitió no le entendí ni madres, su voz fue un impedimento, con razón nadie ene se lugar está de acuerdo en anda, nadie se entiende.
Hablando de nombres, hombres y de por que no hablan claro cuando piden lo mismo, resulta que alguien me mandó un correo, supongo que quería platicar o algo así, no sé tampoco si quería una respuesta, curiosamente cuando leí el título pensé que me estaban enviando una invitación como se acostumbra en mi universidad a alguna conferencia sobre Freud. No me quedó muy claro tampoco si me estaban recordando que tengo un nombre muy común, o me estaban demandando por lo mismo. Pero bueno, ese correo me llevó pensar en esta entrada acerca de mi nombre y de la importancia de cómo se escribe la historia de cada uno para firmarla con la propia esencia.
En fin, hoy conocí a mis otros compañeros: G y A ellos ayudan por las tardes. Son muy agradables y creo que nos vamos a llevar bien :)
Bueno, creo que eso es todo, espero que estas vacaciones me dejen por lo menos como aprender a preparar un café sin malos pensamientos. El título se debe a una frase que le escuché a un señor ayer, y la neta si me dió bastante gracia.
3 voces en mi cabeza:
Eso de no pronunciar bien los nombres y apellidos extranjeros me pasa mucho a mi, aquí en la oficina.
Y aunque la mayoria de las personas se rien y no le dan importancia, hay otras que se lo toman fatal... y ¿sabes quienes son peores?; las mujeres.
Una vez, fuera del horario de oficina, mi jefe estaba atendiendo a unas personas disque muy importantes... Y como todos los demás empleados ya se habian ido, decidi ayudarlo y sacar unas copias que necesitaba.
En eso sale una señora y me dice: "Señorita, necesito X cosa", y yo le respondí: "Con todo gusto señora".
Ella me miro como si yo fuera una cucaracha apestosa y me dijo: "Doctora, si es tan amable"... Así que no pude resistirme y mirandola fijamente le respondí: "Pues en esa caso, si es tan amable, llameme Licenciada. ;P
Meh, que locura, hasta ahora no he tenido yo problema alguno con los nombres =\, pero que mamilas que se pongan asi...
en fin, saludos
Megarockman
oooooooórale, pues era
de esperarse, ya ves como
es esa gente de fresa,
pero ni te preocupes, ya habrá
quien los ponga en su lugar
a los pseudo nice esos...
Pero bueno, un día de trabajo
arduo, bien por ti y por
ser tan objetiva en esas ondas!!
Publicar un comentario