Hoy fue un día muy tranquilo. Cuando llegué a la oficina, el Sr. C no llegó en toda la mañana, ni se reportó, así que estuve organizando documentos y carpetas de lo más normal sin entretención alguna y hasta me puse a oír música con el mp4, pues el teléfono ni sonó. Hasta las 12:30pm llegó A, una de los compañeros de trabajo. Le pedí el paro para poderme ir, aprovechando que el jefe no estaba, a la escuela a sacar el documento que me hacía falta para todo el papeleo que se debe hacer de estas cosas mala mente necesarias. Ella bien linda, aceptó y me lancé a la skull de volada antes de que estos especimenes burocráticos se fueran a comer y me tuviera que esperar hasta las 4:00pm para obtener el dichoso escrito. Ya con el bendito documento en mano, estaba en disyuntiva existencial, tenía que ir a Plaza universidad a comprar unas cosas, y después pasar a casa de una amiga a eso de las 6:00. Y todavía era muy temprano.
Posiblemente por el ánimo recuperado de salir temprano, o el por que mi celular tiene cámara y quise fotografiar el arte urbano, o simplemente por que estoy loca, decidí caminar desde mi uni hasta Plaza universidad, mientras lo hacía puse mi reproductor a todo volumen dejando que las notas se filtraran por mi oídos hasta llegar al concreto. No me fijé cuanto tiempo hice, la verdad tampoco me importó. Una de las cosas que más disfruto y no me fijo cuanto tiempo pasa, aparte de bastante sencilla y barata es caminar y observar alrededor. Oigo música si voy sola, como la mayor parte de las veces, pues a mis acompañantes no les place mucho caminar ni usar cualquier músculo del cuerpo cuando se tiene cuatro ruedas, ya sean particulares o públicas. Además a la mayoría de la gente le gusta platicar sentada, no soy muy consciente en ese aspecto, creo que soy la única persona que conozco que puede sostener una conversación durante varios kilómetros sin detenerse. Hasta ahora sólo dos personas me han aguantado el paso, eso sí, con sus respectivos descansos y distancias mucho más cortas.
En fin, apreciando el arte urbano que abunda por las calles de mi odiosa/amada ciudad, me encontré a mi misma fotografiando aquellos detalles que revelan un poco más de nuestra interna humanidad.
En un puente peatonal enorme, el que está frente a esa iglesia de Gabriel Mancera que no recuerdo el nombre, pero la usaron para una película extranjera. Esa iglesia en particular me gusta mucho, la vista desde ese puente es increíble. Algún día voy a fotografiarla. En ese puente “dos alguien” deduzco, habían hecho de el pavimento un lienzo de concreto para plasmar de manera permanente uno de los abismos en todo humano cae con toda seguridad.
A lo largo del puente peatonal se puede apreciar cosas como esta.
¿Quería que tomaras su mano?
¿Me das uno?
Ser feliz.. no cuesta... ...nada Üsalos de puente
Había también iniciales y nombres en todos lados “N y A para siempre” junto con una fecha, que por algo parecido al pudor y al respeto no fotografíe, sentí que si lo hacía estaría invadiendo de alguna manera la privacidad mágica, aunque ya pública, de ese evento que nadie sabe con certeza, más que el/los autor/es lo que sucedió ese día, el cual deduzco es la fecha de su iniciado “compromiso”.
Este en particular atrapó mi visión.
Y no había ninguna palabra o frase que lo hilara, es un “si” completamente afirmado o tal vez condicionado (la falta de acento me hace dudar de sus motivos) en soledad sobre el pavimento.
¿Si?...¿Si, qué?
¿Si acepto estar contigo?
¿Si quiero ser tu *Inserte título a convenir*?
¿Si reconozco que me he enamorado de ti?
¿Si lo pensé?
¿Sí te perdiera?
¿Sí quieres tomar mi mano?
¿Si te amo?
¿Si me equivoqué?
¿Si te daría mi vida?
¿Si sé que sólo somos entes atrapados en un instante que parece siempre presente?
¿Silicón (SI)?
¿Sistema internacional?
¿Nota musical?
El autor deja un misterio para alguien tan ocioso como yo, acerca de esa palabra en referencia a ese hecho de su vida. Son cosas que sólo sabe el firmamento bajo el cual fue escrito un día con tinta azul sobre el pavimento.
Me pregunté después bajo ese mismo cielo, si esas iniciales seguirían pintando a lo largo de la ciudad, afirmaciones o dibujos similares que describieran su historia. O si se serían una de las tantas que cambian un “si” por un “adiós”. Y que aún así fuera posible que una de ellos, o ambos, por su lado o juntos, escribieran ese nuevo suceso inevitable de su vida sobre el pavimento, con tinta de diferente color. Que pusieran un chicheado corazón roto o una frase como “Ser infeliz es más barato”, una carita triste, quizás ahora un “no” rotundo, o un diplomático “hasta luego” con una mano en alto.
Me hace pensar, ¿cómo pintarían el desamor?. ¡Ya basta de corazones rotos chicheados!, en lo personal yo lo pintaría en forma de una nube; nunca formando nada, siempre llena de agua y relámpagos, sin estabilidad pero con intención de tenerla, pero con la seguridad de que el viento se la llevará así como la trajo, sin importar si es blanca o gris, aunque no la sepamos dejar ir y dejé el desquicio de la tormenta en el corazón. ¿El color? posiblemente azul, quizás púrpura.
Siguiendo con el recorrido
Una nueva visión de la ciudad atravez del cristal del transporte público
Medio dormida reaccioné bien espantada y me pregunté ¿Cómo diablos me había teletransportado de la línea café a la verde sin trasnbordar?
¡Quiero! Prometo que si alguien me acompaña no caminaremos mucho ;)
¿quién dijo que no se podía amar al arte?
Yo haré uno que diga: Filosofía y Sasori, o La nada y Sasori, o Chocolate y Sasori,o Sasori y su ego, o iIlusiones fugaces y Sasori o*Inserte lo que sea * y Sasori, El absurdo y Sasori
La vida y Sasori o simplemente *Tu nombre* y Sasori :P
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