Carta a los Reyes Magos

Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar.

Les parecerá extraño que me dirija a ustedes ahora cuando tengo tiempo de no hacerlo (años, de hecho). Sin embargo, aún conservo esa infantil ilusión que tenía en ustedes desde que yo era una niña, a pesar de vivir en pleno S XXI asquerosamente invadido de violencia, terror y basura mental por parte de los medios y de las personas mayores, aún existen cosas en las que uno puede seguir creyendo, aunque el futuro pinte para lo peor.

Ser niño en estos tiempos es una tarea harto difícil.

¿Con que motivo me dirijo a ustedes? Bien, el propósito de esto no es pedirles ropa, ni una moto, ni el perfume de Ed Hardy que me encanta, ni un galán de la talla de Jhonny Deep o siquiera algo de valor material.

Es verdad que a todos nos encantan las cosas materiales, sobre todo a nosotras las mujeres, pero no lo es todo. Las mujeres apreciamos más los pequeños detalles que los grandes obsequios. La ropa, los perfumes, las amistades y las cosas en general, son bonitas y nadie les hace el feo, pero pueden dejar más huella en una persona los actos sinceros y afectuosos en lugar de esas cosas.

Por ejemplo, la mujer hoy, a pesar de todos los avances de nuestro siglo, sigue siendo injustamente discriminada en muchos sectores de la sociedad, sigue siendo víctima de una violencia creciente, muchas veces, por el estereotipo que muchas descerebradas han permitido de ser tratada como un objeto sexual, hueca y estúpida.

O muchas otras que dicen nada, ni denuncian, quizás por miedo o simplemente por que el gobierno es su verdugo y sus gritos silenciosos son sólo el boleto de las campañas electorales. No hay justicia para el débil y desamparado.

Igual los niños, que no tienen que pagar las estupideces ni inseguridades de los adultos.
También son explotados de las maneras más bajas, robándoles lo mejor de us vida, su infancia.
Por eso, queridos Melchor, Gaspar y Baltasar, este año voy a pedirles cosas aparentemente simples y materialmente nada costosas, pero invaluables y nada fáciles de cumplir. Sé que no soy perfecta pero, ¿quién lo es? Tampoco me he portado del todo bien pero, ¿quién lo ha hecho? Por lo menos, creo que no me he comportado tan mal.
Entonces, les pido:

Justicia para quien tiene sed de ella, Paciencia para que la gente no se rinda ante lo difícil, Fe para quienes ya lo hay perdido todo y Paz para todos. Pero sobre todo Tiempo y Cariño, pues es lo único que puedo darles a quienes me rodean.
Me despido de ustedes con la esperanza de que algún día le contaré y transmitiré esto a alguien, que todavía no conozco, como su mamá le escribió a los Reyes Magos teniendo ella 22 años.

Gabriela

P.D. De paso si me pueden ayudar a conseguir trabajo antes de marzo, darme una manita con mi tesis o recibir por lo menos alguno o todos de los regalos materiales, serán bien recibidos :)

Espero no haberme visto abusiva.

¡Gracias y feliz 2009!