القدر

10 febrero 2009


Ser joven es vivir entre todo o nada.
No hay término medio.
Aún con mi inexperiencia, mi entrega es total
a cualquier cosa en que yo crea, sueñe o ame.
Pero no puedo evitar sentir miedo, como una niña pequeña,
que por primera vez en muchos años, no sabe el camino de regreso a casa.
Me senté y lloré, perdida a unos pasos de mi hogar.
Mis lágrimas no me impidieron ver la luna de hoy.
Luna que me obsequiaron, junto con una promesa que me puse
en el anular de la mano izquierda.
Estaba ahí, tan asustada. Es todo tan extraño, tan diferente.
Diferente de todo lo que he vivido.
Es tan intenso que por un momento pensé que era Octubre.
¿Qué estoy haciendo aquí?
Sin querer, mi mente me llevó a un lugar mucho más lejano.
Casi cuatro años atrás, cuando nada de esto existía.
Buscando la siguiente línea a escribir, en mi historia.
¿Crees que esto, ya estaba destinado?
Y entonces lo recordé…
¿Recuerdas cuando llegamos, al principio?
Cuando hayan vencido todos los obstáculos…

Recordé que el tiempo construye y destruye,
con el tiempo la vida se renueva,
las almas no saben lo que eso significa,
ni lo sabrán nunca, porque el tiempo es un misterio.
También que mi vida sólo es mía, nadie más la puede vivir por mí.
Y ese misterio sólo lo podré resolver yo.
Aunque a la gente que quiero no le guste, yo pelearé por mi vida, por mi.
Yo diré si valió la pena.
Sentí una cálida sensación de esperanza, de fe casi eterna.
Con un suspiro profundo, sonrío entre mi desolación.
Y recité las palabras del Profeta, que el viento se llevó
pero se quedaron en mi corazón.
Cuando el amor os hable…




¿Saben que es lo más predestinado y loco de todo esto?
Que hoy hace un año, escribí mi ensayo de Ortega y Gasset de Estudios sobre el amor.
Y esto, es todo, menos un amor normal.
El crecimiento que nos proporcionan las caídas, tienen su sabiduría en forma de lágrimas, que con el tiempo sabemos descifrar.




"Éste es el síntoma supremo del verdadero amor: estar a lado de lo amado, en un
contacto y proximidad más profundos que los espaciales, un estar ontológicamente
con el amado, fiel al destino de éste, sea el que sea"


-Ortega Y Gasset



Sin importar el destino, la vida o lo que sea.
Tener siempre presente en el otro y en su suerte.
Eso, para mi, es verdadero amor.











Si lo creo.























Al Qadar












































































































Está escrito.

2 voces en mi cabeza:

Gaby dijo...

Me parece muy bien lo que opinas del amor.
La verdad es que este es un tema tan subjetivo que generalizar sobre el me parece dificil.
Todos tenemos un concepto diferente del amor; para mi es amistad, pasión, compañía y crecimiento. :)

CAVA dijo...

SOLO SE TU Y DISFRUTA DEL AMOR COMO TU QUIERAS, ASI ES COMO SE LLEGA A LA FELICIDAD, SUERTE !¡!

UN BESO GRANDE.