Veleta

Si yo soy el inquietante mar,
tú eres la espuma que nunca forma nada.
A mi me dió por irme y a ti por volver.
No quiero caer en ese juego estúpido de nuevo.
Te hablé, te envolví, pero tu confusión te dijo
que siempre si te querías ir.
Debería aprender a callar cuando no me ves,
Tú, yo, y los demás.
aunque tenga delante de mí tus ojos que me piden
dejar de ser náufrago.
Pero yo ya no quiero ser isla.
¿Por qué me miras así?
Se perdió el tiempo y se juega una vez más.
No sabes la de cosas que quedan por decirse.
No entiendo por qué tu nombre y mirada me hacen querer llorar.
Me tomas de la mano, me guías por el viento de tus sueños.
Dónde el mar se deja arrastrar.
Era fácil depender de eso.
Me quedé sin esperanza con respecto a ti.
Lárgate.
Pero quédate.
Cállate, que me duele.
Abrázame, que me muero.
Por un momento pensé que ibas a detener tu andar y relato
y me besarías...o sí sólo fue ansia mía.
No consigo entender si esto es necesidad mía,
o sólo que me quieres aquí contigo.
Me tiembla la voz y se me empañan los sentidos.
No sé si te veré mañana, o dentro de diez años.
¿Cuántas veces más nos diremos hola y adiós?
Es la primera vez que alguien me besa con la mirada.
Ya no sé que palabra dirás, que terremoto harás, que vas a derrumbar.
¿En que escombros está mi corazón?
Bésame el alma.
Tengo la ilusión de algún día
saber que viento se llevó el secreto que ví
esta tarde reflejado en tus ojos.

No sabes a donde vas,

Ni entiendes lo que es amor,

Tu única ley, el palo que te sujeta.

Eres una veleta, me robas el corazón,

Mendigas mi soledad,

Y el mar de tu amor,

no tiene final ni meta.

Y empezamos de nuevo...?

Nota: Lucero dejó un albur en esa canción, que siempre será aplicable a todos los hombres.