Ver mariposas muertas es de mal agüero.

Siempre he pensado, como araña que soy, que ver mariposas muertas es de mal agüero, sobre todo si vas pasando y te encuentras con una así de la nada. Si…mis supersticiones son BASTANTE absurdas. Pero hey, hablamos de mi.
Pues hoy saliendo del trabajo por las escaleras del metro, justo en el mismo lugar dónde en la mañana salvé a un caracol de quedarse sin casa y sin vida (no le tomé foto por falta de tiempo, pero tuvo suerte de que lo viera y lo pusiera en un arbusto de por ahí), encontré el cadáver intacto de esta mariposa.

Al verla sentí una punzada de advertencia en mi pecho y me imaginé lo peor. Sobra decir que me puse bastante inquieta. Recogí el cadáver por que sentí algo de pena de que alguien la pisara y la estropeara, aún muerta seguía viéndose bonita. Así que me la llevé entre mis manos como si estuviese aún con vida, y en el trayecto que transborda de Candelaria línea agua a línea rosa, me preguntaba como pudo haber muerto, si su cuerpecito no tenía rastros de maltrato, quizás por la lluvia o el frió, me dije.
La tuve que dejar en un lugar que me pareciera apropiado y lo único que encontré fue un barandal con un montón de luz, casi como una lápida sin grabar en un cementerio griego. Y la dejé ahí, con un poco de luz para que pudiera dirigir su último vuelo.

Ya en camino a casa estaba pensando que quería decirme el señor de allá arriba con ese mensaje, si….insisto, ver mariposas muertas y aún más darles sepultura, es de mal agüero. De repente, en la estación de Hospital General entró una señora con un ramo gigante de lilias blancas con amarillo… ¡como los colores de la mariposa! , pensé. Y mi paranoia disminuyó un poco, por que las flores están muy lindas.

Depués llegué a la skull, hubo toma de protesta del consejo (que según yo era el martes, y me vieron en una ceremonia formal con jeans y bien fachosa, me dio pena pero se me pasó rápido) se quedarán con las ganas de verme con vestido, les dije a mis compañeros.
Luego me notifican que este fin de semana tengo que estar en dos lugares al mismo tiempo, y en los cuales debo pensar como asistir a los dos, y sin morir ene el intento por que es literalmente, cruzar la ciudad de un lado a otro y con botellas de alcohol en la espalda y con dos presentes para distintas personas. Voy a las dos o me dejo de llamar Gabriela, le dije a una amiga.
Después fui al gimnasio, no traje ropa, una amiga me presto un pants y una camiseta que por (demasiada) coincidencia tenía un ocho…mi número áureo, pensé.

Regresando a casa, una chica edecán de mayonesa (no era ella de mayonesa si no que...promovía mayonesa) me regaló una mayonesa. Eso es bueno, por que dice que es light, me dije.

Lo único malo que ha sucedido hoy, aparte del ridículo de la toma de protesta y el hecho que mi señora progenitora no me dirija la palabra, es que hoy te vi pasar, como ayer en mi sueño, en el cuál yo moría. Y la única diferencia es que en él, al menos me dirigías una última mirada.


Por alguna razón, que yo misma desconozco, sigo creyendo que ver mariposas muertas es de mal agüero.